XENOTOCA EISENI. Tamaño de venta: 3-4,5 cm
Si buscamos una especie ideal para el acuarista principiante y un animal de fácil mantenimiento en el comercio, encontraremos al candidato perfecto en el Xenotoca eiseni
Las hembras son de un tono dorado uniforme que blanquea hacia la zona del vientre, con una pequeña orla de color naranja en el nacimiento de la aleta caudal. Pueden tener un tamaño de hasta 7 cm.
Los machos son más coloridos y presentan también como una de sus características principales la “elevación” del lomo con la edad. Los dos primeros tercios de su cuerpo son de los mismos tonos dorados que las hembras con unas grandes escamas ribeteadas de color más oscuro sobre la frente y el vientre blanco.
Los colores llegan a partir del comienzo de la aleta dorsal, pues aquí comienza una banda vertical de color azul cobalto metalizado que llega hasta la mitad del pedúnculo caudal; desde ésta y hasta el final del pedúnculo caudal y el principio de la aleta caudal la coloración pasa a ser naranja. Los machos son siempre más pequeños que las hembras pudiendo tener como talla máxima los 5,5 o 6 cm.
Cría
Los goodeidos son parientes de los conocidísimos poecílidos (guppys, platys, mollys, etc.) pero podríamos decir que son unas especies más “antiguas”.
La reproducción de estos animales es uno de los puntos en los que se diferencian de sus “primos”. Los machos disponen de un órgano copulador denominado andropodio que, a todos los efectos, tan solo es una pequeña modificación en los cuatro o cinco primeros radios de la aleta anal y que sirve para fecundar a la hembra; sin embargo, a diferencia de los poecílidos, la hembra tiene que ser fecundada antes de cada parto ya que carece de la capacidad de conservar el esperma.
Son, por tanto, vivíparos reales, es decir, no forman huevos en su interior que eclosionan expulsando los alevines tras un cierto periodo de desarrollo en el “parto”, sino que desde el mismo momento de la concepción los alevines están unidos al ovario de la madre por una especie de “cordón umbilical” llamado trofotenia que les suministra los nutrientes necesarios hasta el momento del parto. Llegado éste, los alevines expulsados se aprecian totalmente formados y tienen un tamaño considerable, pudiendo alcanzar el centímetro de longitud si la hembra es adulta. En todos ellos se aprecian nada más nacer los restos de la trofotenia anteriormente referida.
El mantenimiento de estos peces es realmente sencillo, pues, como os podréis hacer una idea al ver la cantidad de ecosistemas diferentes que ocupan, son extremadamente adaptables a las condiciones de su entorno.
Necesitarán un acuario no demasiado pequeño, unos 40 litros para un trío de adultos (un macho y dos hembras), con un fondo que se puede decorar con gravilla fina. Las plantas deberán ser de hoja dura para evitar que las muerdan (el helecho de Java es una buena elección) o bien, y como es siempre mi caso, plantas flotantes de crecimiento rápido (cola de zorro). Debe dejarse el resto del espacio en el acuario libre para que puedan nadar.
Necesitan de una buena filtración pues son unos peces muy comilones y ensucian bastante.
En lo referente a los parámetros del agua son extremadamente tolerantes: soportan valores “extremos” de pH tanto ácidos como alcalinos y siguen reproduciéndose con normalidad.
La temperatura del agua tampoco es un factor determinante pues yo mismo siempre mantengo a estos animales en acuarios sin calefactar; en éstos, la temperatura puede oscilar de los 33-34 ºC en los días más calurosos del verano a los 15-16 ºC en los peores días del invierno.
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